“El costo final de las enfermedades profesionales es la vida humana. Esto empobrece a los trabajadores y a sus familias y puede debilitar a comunidades enteras cuando pierden a sus trabajadores más productivos”, declaró el Director General de la OIT, Guy Ryder, en una declaración emitida en ocasión del Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo. “Al mismo tiempo, se reduce la productividad de las empresas y aumenta la carga financiera del Estado a medida que incrementan los costos de la atención médica. En los casos en que la protección social es débil o inexistente, muchos trabajadores, así como sus familias, carecen del cuidado y el apoyo que necesitan”.
Ryder dijo que la prevención es la clave para hacer frente a las enfermedades profesionales, y es más eficaz y menos costosa que los tratamientos y la rehabilitación. Agregó que la OIT está haciendo un llamado a favor de un “paradigma de prevención que comprenda una acción exhaustiva y coherente dirigida a las enfermedades profesionales, no sólo a los accidentes”. Ryder dijo también que “un paso fundamental es el reconocimiento del marco de convenios internacionales de la OIT para una prevención efectiva y para promocionar su ratificación e implementación”
El Director de la Organización Internacional de Empleadores (OIE), Brent Wilton, declaró: “La OIT posee las condiciones apropiadas para dirigir un esfuerzo concertado y holístico dirigido a abordar los desafíos de la SST, al ofrecer información que puede ser consultada a través de Internet a la cual pueden acceder fácilmente los actores del lugar de trabajo, los centros de prevención y tratamiento, las organizaciones de empleadores y trabajadores, las autoridades encargadas de hacer cumplir la ley y las inspectorías del trabajo. Tenemos una oportunidad para garantizar que, gracias a las experiencias compartidas, los países estén mejor preparados para evitar el riesgo de enfrentar los mismo desafíos”.
Sharan Burrow, Secretaria General de la Confederación Sindical Internacional (CSI), declaró: “Nuestras sociedades no deben aceptar que los trabajadores pongan en peligro su salud para ganarse la vida. Y nosotros no debemos olvidar que las enfermedades profesionales representan una carga enorme para las familias y para el Estado, una carga que se puede evitar. Aprovechar los conocimientos de los trabajadores, apoyados por sus sindicatos, es esencial para prevenir la muerte y las enfermedades. La protección debería ser intensificada, incluso a través del respeto del derecho de los trabajadores a la representación sindical, la legislación nacional y la puesta en práctica de las normas y las directrices de la OIT”.
En un informe The Prevention of Occupational Diseases, publicado en ocasión del Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo, la OIT señala que aunque las enfermedades profesionales causan un número de muertes seis veces mayor que los accidentes laborales, éstos últimos reciben mayor atención. De las 2,34 millones de muertes anuales relacionadas con el trabajo, la gran mayoría – alrededor de 2,02 millones – son causadas por enfermedades relacionadas con el trabajo. Esto representa un promedio diario de 5.500 muertes. Además, cada año ocurren alrededor de 160 millones de casos de enfermedades profesionales no mortales.
Los cambios tecnológicos y sociales, junto a las condiciones económicas mundiales, están agravando los peligros para la salud existentes y creando nuevos riesgos. Las enfermedades profesionales muy conocidas, como la neumoconiosis y las enfermedades relacionadas con el asbesto, siguen estando muy extendidas, mientras que otras enfermedades profesionales relativamente nuevas, como los trastornos mentales y musculoesqueléticos (TME), están aumentando.
Las enfermedades profesionales acarrean costos enormes para los trabajadores y sus familias, así como para el desarrollo económico y social. La OIT estima que los accidentes y las enfermedades profesionales causan la pérdida de 4 por ciento del producto interno bruto (PIB), es decir cerca de 2.8 billones (millones de millones) de dólares, en costos directos e indirectos de los accidentes y las enfermedades.
Los datos de buena calidad son fundamentales, ya que proporcionan las bases de una estrategia eficaz. Sin embargo, más de la mitad de los países no suministran estadísticas sobre las enfermedades profesionales. Sólo pocos países recolectan datos desglosados por sexo. Esto dificulta no sólo la identificación de accidentes y enfermedades profesionales que afectan específicamente a las mujeres y los hombres, también obstaculiza la elaboración de medidas de prevención eficaces para todos.
“Reducir significativamente la incidencia de las enfermedades profesionales no es simple, puede que no sea fácil y no sucederá de la noche a la mañana, pero seguramente es posible progresar. De manera que es preciso establecer – cada uno en sus respectivas áreas de responsabilidad – objetivos sobre la SST claros, una hoja de ruta y, lo más importante, actuar y perseverar de manera que juntos logremos contrarrestar el avance de la epidemia y progresemos en esta dimensión del trabajo decente”, concluyó Ryder.
Salud y seguridad en el trabajo: Datos y cifras
2,02 millones de personas mueren cada año debido a enfermedades relacionadas con el trabajo.
321.000 personas mueren cada año como consecuencia de accidentes laborales.
160 millones de personas sufren de enfermedades no mortales relacionadas con el trabajo cada año.
317 millones de accidentes laborales no mortales ocurren cada año.
Esto significa que:
Cada 15 segundos, un trabajador muere a causa de accidentes o enfermedades relacionadas con el trabajo.
Cada 15 segundos, 115 trabajadores tienen un accidente laboral.
Los países en desarrollo pagan un precio especialmente alto en muertes y lesiones, pues un gran número de personas están empleadas en actividades peligrosas como la agricultura, la construcción, la pesca y la minería.
© Gianluigi Guercia / AFP
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